domingo, 15 de agosto de 2010

Conociendo al señor Guillain-Barré

Son dos meses de visita del misterioso señor Guillain-Barré, a quien no tenía el gusto de conocer incluso hasta bien entrado el tiempo de su visita. Llegó sin avisar, sin siquiera presentarse, y se irá (me dicen y por ello rezo) igual que vino y cuando el quiera y no antes.

Sois muchos los que me queréis. Me habéis llamado, me habéis preguntado, me habéis escrito en facebook, y yo llevo todo este tiempo con el teléfono desconectado y sin dar señales de vida. Os debo varias explicaciones. Bueno.

Uno de los propósitos de este blog que empiezo es que podáis comprender por lo que estoy pasando. Otra, agradecer las enormes cantidades de amor que recibo de vosotros y que me tienen desbordado. Y otra mas, tender la mano a todas esas personas que, como yo estas ultimas semanas, se pasen el día buscando por internet información sobre esa extraña enfermedad que les han diagnosticado y de la que casi nadie sabe nada. Este querido ya señor Guillain-Barré.

Llegué a Córdoba con ilusión y (aunque quiera no os voy a engañar, la mayoría me conocéis muy bien) como dicen los argentinos "cagado en las patas". El hecho de tener que presentarme en Córdoba tres días antes del examen me invitó a reservar hotel y pasar tranquilo y estudiando los días previos la primera prueba (con algún descansito para ver a la roja en los partidos de la primera fase del mundial, vale, de acuerdo). 

Un par de dias antes del primer examen, sin que ello me supusiera mayor problema, noté un dolorcillo como muscular en la espalda. Pero de localización indeterminada. No podía decir donde estaba exactamente aunque lo intentara. La noche anterior al examen, eso si, se había convertido en algo tan incomodo que no me permitía dormir ni casi respirar. No me quedó mas remedio que pedir un taxi e irme a la aventura. Vamonos a urgencias a ver si, al menos, podemos hacer algo para que pueda descansar antes del examen. 

En urgencias un simpatiquísimo doctor me atiende, me comprende, me escucha y me inyecta. Toma. Nolotil y Valium. Hala. Me voy al hotel listo de papeles y consigo dormir. Esto no es ná!.

Después una suerte increíble y a la postre irónica (casi mejor dicho sarcástica) hace que me salga un tema conocido en la oposición al día siguiente (saqué un 7 en el primer examen y aprovecho para avisar de que, por lo triste del tema y lo rabioso que me pongo aún al recordarlo, daré poca mas información sobre la oposición a partir de ahora, al menos en esta primera entrada, que tiempo habrá de hablar de todo).

Me vuelvo para casa. No tenemos aún fecha para la segunda prueba. A ver si hay unos días de por medio y me puedo recuperar. 

En Albacete el dolor no va a menos. Mi querido Jorge se afana en darme masajes con la maestría de siempre, pero esta vez no me alivian. Cada noche se convierte en una nueva visita a urgencias y un nuevo pinchazo y la fecha de la segunda prueba se echa encima. Estoy cada día peor pero decido que tengo que hacerme el fuerte y presentarme como sea. Si consigo hacerlo bien en la segunda prueba solo quedaría la defensa de la programación didáctica y habría muchas papeletas para al menos, conseguir quedarme en lista de trabajo. Un dolor de espalda no puede pararme en esta situación. ¿A que no?. Pues al coche.

Conduce Javi, mi pianista en la prueba, adorado amigo y admirado profesor. A todo esto el dolor de espalda viaja de la espalda a la boca del estomago. Me dificulta respirar y dormir. En el trayecto Albacete - Córdoba tenemos que parar al paso por Puente Génave para ir a urgencias porque estoy en un ay y llorando del dolor como una madalena. Todo tipo de pruebas. Electros, Radiografías, análisis de sangre. Todo bien... Estoy como una manzana. Esperamos un rato y cuando el dolor remite, al coche. ¿Qué hacemos? De los cobardes no se ha escrito nada así que... A córdoba.

Al llegar dejé que Javi se acostara y me fui a urgencias rabiando de dolor una vez mas. Al contarle la historia a la doctora de guardia me dice que no puede dejarme ir y me tiene que ingresar. Que tiene que hacerme pruebas. Yo le cuento mi vida: "mireusté, me he jugao la vida viniendo de Albacete en coche para un examen que tengo mañana y tengo que hacer el examen como sea... hagase cargo". La doctora en sus trece ni se hace cargo ni ná. Me dice que si quiero irme ahi tengo el papel del alta voluntaria, que lo firme bajo mi responsabilidad. Me cagué bastante, no lo voy a negar, pero ni lo dudé. Firmé y me fuí al hotel prometiendole a la doctora que en cuanto terminase el examen volvía para ingresar. Eso hice tras un segundo examen... bastante malo. (qué otra cosa podía pasar?). Gracias mil a Javi por dar su 100% para mí y mis disculpas por no haber podido y sabido aprovechar mejor su esfuerzo.

Después del examen, como prometí, ingreso en el hospital de Córdoba. Llamo a mis padres. Empieza el carrusel de pruebas. Ecografía correcta, Radiografía correcta, Gastroscopia correcta, Analisis correctos, Tac correcto... Al salir del TAC mis padres ya estaban en Córdoba. Deben haber batido algun tipo de record. Su presencia me tranquiliza y me hace sentir mejor. Habrá que estar un tiempo ingresado y cuando se vaya el dolor me darán el alta y aquí no ha pasado nada. Mientras tanto empiezan a llegar otra serie de sintomas a los que no daremos importancia porque "seguramente son efectos secundarios de la medicación": Hormigueos en los manos y los pies, debilidad tremenda, perdida de sensibilidad en los dientes y extremidades, visión borrosa e imposibilidad para enfocar la vista y ciertas dificultades para respirar. Una especie de nudo en la barriga. Además hace ya varios días que no... Hm... que no... Que no... (ya me entendeis?) pues eso, que no.

El dolor se ha pasado. El doctor me quiere dar el alta y yo ando mosca con los pequeños síntomas "derivados de la medicación". Se lo explico al doctor pero me contestan que esos sintomas no son nada importante. Que me venga a casa a Albacete y si van a mas busque algún tipo de ayuda o acuda a un neurólogo.

Nada mas llegar al hotel y mientras me lavo los dientes y me doy cuenta: El lado izquierdo de la cara se me ha paralizado. Perfecto. O sea que quiero decir que eramos pocos y la abuela, la pobre... le tocó... Voy caminando hacia la habitación de mis padres y tengo que apoyarme en las paredes porque no puedo andar. Esto promete.

Al día siguiente es la tercera prueba de la oposición y yo aún estoy pensando qué hacer. Parece, visto ahora y de forma objetiva, bastante estúpido pensar en presentarse pero reconozco que aún estaba en mi cabeza el hacerlo. Volvimos a Albacete. No podía presentarme con la cara torcida sin poder hablar, sin fuerzas ni para caminar y con la vista nublada sin poder ni siquiera leer, algo importante para la defensa de la programación y la unidad didáctica que tenía que hacer.

Al poco de estar en Albacete se me presenta un dolor insoportable en los pies, que poco a poco se va haciendo mayor y que dura ya cosa de un mes. Los dedos de los pies estan paralizados y el dolor se extiende hacia arriba hinchandome los tobillos. El doctor Arnouk y el doctor Puentes Gil se dejan la piel por mi caso. Tras una ultima prueba neurológica, por fin soy diagnosticado como un caso extraño de una extraña enfermedad.

Normalmente Guillain Barré ataca mucho mas fuerte. Soy un caso leve y debo dar gracias a Dios por ello. Pero debo tener paciencia porque así como suele presentarse de manera muy rápida, suele irse de manera muy lenta.
Me aseguran que he tenido mucha suerte, que me voy a poner bien y que es casi seguro que no voy a tener ninguna secuela. Ahora toca esperar, con los pies metiditos en un barreño con agua, que es lo único que me calma el dolor, a ver si Dios, o el destino, o como queramos llamarlo quiere que estemos a tiempo de dar una vuelta por la feria. Si creeis rezad por mí, y si no el equivalente, ¿vale? Mandadme fuerza, mandadme energía. Yo la noto. Y me voy a poner bien. 

Ahora Dios ha mandado a mi vida a un ángel llamado Virtudes que me ayuda haciendome Reiki. Llevo dos días con la terapia y aunque es pronto, parece que puedo decir que me ayuda.

Gracias a todos.

Gracias a mis padres, que son unos ángeles. Todo lo que nos pasa ocurre por algo y entre otras cosas, me he dado cuenta de que esto me ha sucedido para recuperar la mejor relacion posible con ellos. Gracias a ellos y a mi Carlitos, por estar siendo mis pies y mis manos. Gracias especialmente al Dr Arnouk y la Dra Cerdá. Porque solo se trata a un hijo como ellos me han tratado y me tratan a mi. Se dejan la piel y NUNCA podré agradecerlo lo suficiente. Gracias a Nita por estar casi cada día dedicada a mí. Por llamar, por ofrecerse a cuidarme. Por ser ella una vez mas con todo lo que los "Nitos" significan. A mi Gabi. A mi Issa. A mi Marisolete que me llamaba y nunca me encontraba. A mi Myriam, consejera y doctora extraoficial. Gracias, en definitiva, a todos los que me habeis llamado, escrito, interesado por mi. Vuestro amor me llega y me ayuda, y a todos los que estais ahí, leyendo como me ha sucedido a mi y sufriendolo en vuestras carnes: ÁNIMO. NOS VAMOS A PONER BIEN. Espero vuestras experiencias y vuestras historias para comentarlas y ayudarnos unos a otros. Suerte.



Gracias. Miles de besos a todos.